domingo, 22 de junio de 2014

Federer y una de sus últimas citas con la gloria. El 18 grande que anhela ser Wimbledon.


Hola Amigos. Hace tres semanas, cuando Federer fue eliminado de Roland Garros escribí una columna donde afirmaba que se veía lejano un nuevo grand slam para el ídolo suizo. Las razones de esa columna que ampliamente ustedes debatieron (y les agradezco, las diferencias con respeto siempre serán bienvenidas) se basaron en el mal estado de forma que Roger evidenció en Roma y en Paris, por la ruptura en su rutina de trabajo que vino con el nacimiento de Lenny y Leo, sus primogénitos varones en la  segunda semana de mayo.  Roger luego de Paris, se mostró tranquilo con la derrota; a decir verdad, es claro que luego de su derrota en la final de Montecarlo, y su nueva paternidad, perdió motivación para el resto de la temporada de clay, máxime cuando se vió en un nivel distante al de Nadal y Djokovic. Y pueda ser posible, que de Roger jugar más allá de 2014 que es lo que queremos siempre y cuando se encuentre en un nivel competittivo, juegue cada vez menos en clay o incluso  deje de ir a Paris, pensando que desde 2015 la temporada de hierba será una semana más extensa, habrán más torneos, Halle será ATP 500, aspectos que pueden motivar a que Roger juegue dos torneos incluido Halle con antelación a Wimbledon. 

Sin embargo, debemos ser concientes que las posibilidades de Federer en Roland Garros son inversamente proporcionales a sus logros en la temporada de césped. Es la transición de superficie más dificil, donde jugadores como Federer con problemas de espalda, deben tener más precauciones, o como el caso de Nadal luego de su parón en 2012, se cuida de movimientos bruscos en este proceso de cambio de la arcilla al césped. Incluso Djokovic, decidió desde 2011 descansar luego de Roland Garros, y no jugar un torneo previo a Wimbledon. Y tal es así el tema, que por ello la ATP decidió desde 2015 dar una semana más de diferencia entre Roland Garrros y Wimbledon. Sólo tres tenistas en la historia, Borg-Nadal-Federer han podido ganar en París y al mes hacerlo en Wimbledon, lo que muestra el costo de oportunidad que una actuación notable en arcilla puede tener para soñar con la gloria en la Catedral del Tenis. 

Si miramos el caso particular de Federer, adportas de los 33 años, es evidente que como el mismo lo dice, ya no tiene 15 Wimbledon por delante para disputar y aunque su partido con Gulbis fue exigente, y el letón llego a semifinales llegando al top 10 del ranking, también lo es que Roger sabe que su decisión de contratar a Edberg y su planeación de la temporada gira en torno a llegar a tope para Wimbledon y posteriormente para el US Open y la gira indoor. En particular, su decisión de contratar a Edberg respondió claramente a poner las fichas en ganar de nuevo en Wimbledon y sólo será después del torneo que tendré criterio para con lo visto en la temporada evaluar la labor de Edberg como coach de Roger. 

¿Que cambió entonces en Federer para pensar que hoy vea menos lejana la posibilidad de un grand slam más para el suizo, y el optimismo sea el tono predominante en esta columna? Son varios argumentos que a continuación cito:

1. El 14 grande de Nadal en París: Federer es conciente que el récord de más títulos de Grand Slam, en al menos las generaciones que ahora compiten sólo puede ser alcanzado por el español. Nadal ya hizo los deberes en esta temporada, ganó 4 torneos en clay, hizo final en Australia y ganó Roland Garros. Es entonces donde el suizo suponemos, analiza y dice, "Rafa hizo lo suyo, ahora me toca a mi". Por tanto, Federer sabe que donde más puede decir sobre más grandes en el palmarés es en Londres, donde los puntos son más cortos, hay techo para partidos con lluvia, y con su arma letal en el saque, puede jugar partidos de más de 3 sets sin el desgaste físico que implican las alatas temperaturas de Australia o la arcilla parisina.

2. El título en Halle. Roger siempre ha tenido un título por delante en Halle con excepción de 2009 (cuando ganó Roland Garros) cuando ha ganado o jugado final en Wimbledon. Volver a ganar luego de una sequía de 4 meses, jugar 6 partidos, 3 en singles y 3 en dobles, haciendo final en ambas categorías, con el título en singles, le dieron el ritmo y la confianza necesaria en césped para creerse con más opciones de título en el All England Club.Además sucedió que Federer para ganar en Halle, venció a Nishikori en semis, y a Falla en la final, ganando tres tie-break en serie. Federer no ganaba dos tie-break en una final como aconteció contra Falla en Halle, desde la final de Wimbledon en 2009 ante Roddick. Además, los tie-break se han convertido junto los break point que genera, en el mayor karma de Federer en los últimos 2 años. Por eso, más importante que ganar Halle, fue la forma en que lo hizo. Si bien el año pasado Federer ganó Halle, lo hizo perdiendo sets en semifinales y final, y demostrando una menor confianza en su juego. Si bien Federer jugó un partido irregular ante Souza en el debut, cierto es que pudo superar un mal momento, y vencer luego a Nishikori y Falla, dos de los jugadores que más complican al suizo en el circuito.

3. Un mejor estado de forma. Federer estaba al término de Montecarlo en su peso ideal. En Roma, luego del parón por su paternidad, se hizo evidente su sobrepeso, que en Paris no consigiuó reducir significativamente. Hace un año Roger estaba por encima de los 85 kilos, y eso le restaba rapidez en sus movimientos. En la semana que tuvo de break entre Roland Garros por su eliminación en octavos, y su aparición en Halle, fue evidente que el suizo entrenó más, y seguramente controló mejor su dieta. En los entrenamientos que se le han visto en Wimbledon, Federer luce con al menos 5 kilos menos a su peso en Roma, alrededor de los 80 kilos, y de hecho en la final de Halle, se le vió entero en un juego de 2 horas intenso, máxime cuando en el torneo jugó 6 partidos en 5 días, lo que evidencia su mejor estado físico.

4. Las declaraciones y el sentir de Federer. El suizo en rueda de prensa el pasado viernes dijo: "El año pasado llegué aquí en baja forma, nose si mi nivel era adecuado para ganar el torneo. Tuve problemas de preparación en el torneo y mi título en Halle lo enmascaró, pero yo no jugué a buen nivel. Intentaba hacer algunas cosas y no podía. Este año me encuentro en plenas condiciones para mostrar buen nivel en pista. El servicio, el resto, la volea y el revés me están funcionando como quiero. Todo me está saliendo bien pienso, por eso quiero hacerlo mejor que el año pasado" . Es claro que Federer se siente en mejor forma, reencontrándose con el tenis que mostró entre Australia y Montecarlo, que en el césped de Wimbledon encuentra su mejor ambiente. 

5. Las dudas de Nadal, Murray y Djokovic. Nadal tuvo un debut efímero en Halle, perdió con Brown, un tenista alemán de gran talento pero enorme discontinuidad, de manera contundente, en sets seguidos y sin asomos de mejoría en la hierba, donde hace 4 años no triunfa y donde desde hace 3 años no gana al menos dos partidos en forma seguida. Nadal ha sido claro que luego de su última lesión, los médicos le recomendaron no jugar en césped o al menos limitar al máximo su exigencia en esta superficie. Es claro que Nadal no va a arriesgar en Wimbledon de no ver chances de ganar el torneo. Sus opciones pasan claramente porque llegue a la segunda semana, donde el desgaste de la hierba hace que la superficie asemeje a la tierra, los puntos se hacen más largos y el saque pierde eficacia, aspectos que crecen a Nadal. Pero aun así, Nadal sabe que pensando en el 1 de final de año, su reto es la gira US Open donde defiende 4 mil puntos que es equivalente a dos grandes, y que además, Djokovic defiende final en Wimbledon, y que salvo que el serbio gane el torneo, la distancia en el rankig no se va a recortar en favor de Nadal, y por el contrario aumentará en la medida que Nadal avance pues el año pasado fue eliminado en primera ronda, y que Djokovic caiga antes de la final, lo que no es del todo impensable habida cuenta, que Djokovic en Wimbledon sufre más, por sus deficiencias en la volea, el no ser un sacador, y la menor eficacia de su revés en la hierba. 

Por su parte Murray viene de caer en octavos en Queens donde defendía el título ante el checo Stepanek. Murray es el campeón defensor, y tiene una enorme presión. Si bien hizo un excelente torneo en Paris donde Murray consiguió por segunda vez en su carrera ser semifinalista en Roland Garros, la derrota en semis ante Nadal, contundente con ribetes de paliza, llegar por primera vez en su carrera sin títulos o finales  en la temporada a jugar el torneo, hacen aumentar la desconfianza por el resultado final que en este Wimbledon pueda conseguir Andy. De no llegar Murray a la final de Wimbledon, saldrá del top 10 por primera vez en 7 años, y lo puede llevar al fondo de una crisis de confianza y juego que arrastra precisamente desde hace 1 año cuando consiguió el primer grand slam para un británico en casi 80 años. Murray ha reconocido que ganar Wimbledon lo consumió por toda la ansiedad que generó alrededor de su victoria y que le quitó hambre de triunfo en los torneos siguientes, eso sumado a su lesión de espalda, de la que se operó pero aun siente molestias, y su ruptura con Lendl, por lo que ha jugado sin coach esta temporada, crean un enorme interrogante con relación a Andy, quien anunció que tendrá como coach a Mauresmo, la francesa vencedora dos veces en la hierba londinense, pero quien no tiene experiencia en esa labor. 

Finalmente esta el caso de Djokovic.  Su objetivo claro era Roland Garros, y su derrota clara ante Nadal, a quien desde la final de Australia 2012 no vence en Grand Slam, el hecho que ha perdido sus dos encuentros con Federer este año, y sus limitaciones en la hierba por lo comentado de sus deficiencias en el saque, la volea, y la menor eficacia del revés, no lo hacen ver favorito. Obvio que Djokovic no se le puede descartar, ganó en 2011 y es el 2 del mundo, pero Djokovic parece estar convergiendo a ser un tenista de M1000 donde puede jugar con intensidad a 3 sets ante un top, y perder intensidad en los grand slam conforme se prolongan los juegos, a 5 sets. Y Wimbledon no parece ser el torneo donde Djokovic recobre confianza, aunque tiene a Boris Becker como coach, y fue allí donde el alemán ganó su primer grand slam. Además, es notorio que Vajda, el coach de siempre del serbio, y Becker, no compaginan bien, ven de dos maneras distintas el juego de Djokovic, y esa confusión de ideas se percibe en las indecisiones de Djokovic sobre todo jugando en la red. 

6. La edad de Federer. Es inexorable el paso del tiempo. Las opciones de Federer de ganar otro grande se reducen en la medida que cumple años. Ya casi con 33 años parece ser que 2014 es su último chance de engordar su palmarés ya fenomenal de grand slams. Sólo Agassi con la edad de Roger, ha ganado un grand slam en la era abierta. Y ha sido Federer en 2012, el único tenista luego de Agassi en Australia 2003, en ganar un grande con más de 30 años. Goran Ivanisevic y Tim Hemann, especialistas en hierba, han coincidido que es quizá este Wimbledon, la última bala de Federer para ganar otro grande. Pero por sobretodo, porque para Federer Wimbledon es su razón de ser de seguir en el circuito. El año pasado fue eliminado en segunda ronda, decidió alterar su calendario, ir a Hamburgo y Gstaad después, perdió en ambos torneos, se recrudeció su lesión de espalda, y llego bajo de forma a la gira US Open, donde tuvo su peor desempeño, haciendo dudar de la continuidad del suizo en el circuito. Puede sonar crudo, pero podría pensarse que Federer el día que sienta que jugando en el circuito no se ve con chances de ganar Wimbledon, meditará su retiro. Por eso a diferencia, de la arcilla o incluso de indoor-hard, Federer en la hierba no va a ahorrar energías, y lo dará todo por ganar, en uno de sus últimos encuentros con la gloria, con uno de sus últimos chances de ganar más grandes.Su saque aca funciona mejor como lo mostró en Halle, y el juego de saque y red que con Edberg ha intensificado, parece ser más efectivo con el repertorio de Federer jugando en la red, con slice, drop, volea, su drive que es temible en Wimbledon, así el revés con top sea su mayor dolor de cabeza, y que necesita mejorar restando porque es donde más necesita generar juego por la potencia de su saque. 

7. El cuadro. El sistema de puntuación de Wimbledon que tienen en cuenta los resultados en césped en los últimos dos años, puso a Murray 3 y a Federer 4, por lo que el suizo evita enfrentamiento en cuartos con Andy que es el tenista activo, después de Federer, de mejores resultados en hierba, campeón defensor, y quien hoy es 5 ATP en el ranking oficial. Federer va por el lado de Nadal, quien tiene a Nishikori y Raonic, tenistas sacadores, en el camino a semis donde jugaría con el suizo. Roger tendría en cuartos a Wawrinka, su compañero suizo de Davis, quien en  Wimbledon tiene su peor perfomance en torneos grandes. Federer no tiene a jugadores de nivel top en hierba en su camino a la final, por lo que es claro, que su cuadro anima al optimismo, pero sin triunfalismos, con Roger toca partido a partido, pero por sobretodo porque el suizo necesita mejorar su mentalidad en juegos donde la adversidad aparezca. 


8. Porque creemos en Federer y pensamos que la historia del tenis tiene más campo para escribir más páginas de gloria con el suizo. 


Les dejo amigos, con el video de  los mejores puntos de Federer en Wimbledon hace dos años cuando ganó el torneo por última vez y consiguió volver al uno del ranking ATP.  Esperamos que en dos semanas, hablemos de un nuevo grande de Federer. Para Wimbledon voy a estar más activo con la columna y comentando las incidencias de los mejores partidos, esperando que Federer sea el principal protagonista del grand slam más tradicional, donde es el máximo vencedor junto a Pete Sampras con siete títulos. Vamos Roger, por el 18 grand slam, por el título 80 ATP, por el tercer título del año, por una nueva cita con la gloria. Hasta entonces amigos.